Las sustancias aéreas a las que están expuestos los materiales y las condiciones climáticas actúan sobre los soportes modificando su composición; en este caso la degradación se llama degradación química. Los efectos más comunes del smog sobre los materiales son: formación de costras negras, retroceso de la superficie (disolución química), cristalización de sales.
Sin embargo, el nivel de agresión y el mecanismo de alteración debido a los contaminantes varían dependiendo de la exposición del material, la naturaleza química del material y las condiciones ambientales externas.